Asociación de Germanistas de Andalucía

El sistema Gastarbeiter El sistema Gastarbeiter fue un acuerdo de Alemania junto con otros países, principalmente europeos, con el fin de darles trabajo en la nueva industria germana. Aprovechando las trágicas cifras de desempleo, en los años 50 Alemania hizo un llamamiento a estos trabajadores para ocupar la gran oferta que se estaba creando. Así, en principio, los trabajadores estarían en el país durante un corto periodo de tiempo para ganar el suficiente dinero como para mantenerse a ellos mismos y a sus familias en la distancia, de modo que pudieran volver lo antes posible a sus hogares. En la práctica, sin embargo, lo que ocurrió fue totalmente diferente: las condiciones de vida de los llamados Gastarbeitern no eran, ni mucho menos, óptimas, dado que la jornada laboral no daba espacio a una vida social y prácticamente todos residían en chabolas o en habitaciones abarrotadas de otros trabajadores migrantes. Además, dado el escaso salario, muchos permanecieron en Alemania varias décadas, llegando incluso a permanecer allí por el resto de sus vidas. En Italia, en particular, el desempleo y la situación político-social hizo que el llamamiento procedente de Alemania fuera recibido con gran entusiasmo dados los conflictos sociales y políticos existentes. A este contexto se le sumó la falta de adaptación del país al nuevo modelo económico industrial europeo, desarrollado especialmente en países centrales como Alemania, de modo que el sistema de los Gastarbeiter llegó como la gran salvación definitiva para muchos italianos. El 20 diciembre 1955 se firmó el primer acuerdo con la República Federal Alemana, por el cual se reclutaría a trabajadores italianos, la gran mayoría –alrededor de 450.000– procedentes del pobre sur de la península, subdesarrollada a nivel industrial. Este acuerdo se extendió posteriormente al resto de países en crisis, como España, Portugal o Turquía. Los trabajadores recibían un puesto “no cualificado” en áreas donde sus capacidades les permitían desarrollar labores pesadas y arduas, con horarios desorbitados y salarios muy reducidos en relación al esfuerzo realizado. Sin embargo, aquello era mejor que no poder subsistir en casa. Passavantis Rückkehr En „Passavantis Rückkehr“, Franco Biondi aborda el problema de la primera generación de trabajadores migrantes desde la perspectiva del regreso a su tierra. Tras haber pasado 15 años en Alemania como “Gastarbeiter”, Passavanti vuelve a su pueblo natal, en el sur de Italia. La historia, publicada por primera vez en italiano en 1976, se divide en siete pequeños capítulos cuyo hilo conductor es la añoranza, el rencor y, sobre todo, la sensación de no-pertenencia a ningún lugar. El protagonista, cuyo nombre significa “el que sigue adelante”, vuelve tras ser despedido de su puesto laboral en Alemania con la esperanza de recuperar su antigua vida en un hogar que recuerda cálido y “suyo”. Sin embargo, se encuentra con una realidad muy diferente, pues la imagen idealizada de su hogar se ha disuelto para dar paso a un entorno hostil y nada acogedor. Y es que Passavanti se siente ajeno a su propia patria: en Alemania, Passavanti es italiano. En Italia, es “el alemán”. Y el alemán, el “otro”, no es bienvenido. En todo momento se siente un extraño, lo que derivará en un sentimiento de profundo rencor hacia su pueblo y hacia sí mismo. ? Además, Passavanti vuelve arruinado, ofreciendo una cruda realidad completamente opuesta a la falsa imagen impuesta de quienes visitaban el pueblo, alardeando de la <>. En todo momento, Biondi nos quiere hacer ver que quien ha cambiado es él, no su hogar: los quince años fuera de su hogar han borrado su antigua vida y su verdadera felicidad, dando paso a un hombre desencantado cuyos sueños de triunfar en el mundo laboral se han hecho añicos.

Autor

Irene Pérez Torres

Comentarios

Después de un trágico incidente, Passavanti es definitivamente repudiado de su pueblo y se ve obligado a abandonarlo para volver a la Bundesrepublik Deutschland en busca de un empleo para subsistir y pasar sus últimos años. Así, su nombre se convierte en una metáfora y en una paradoja, pues su retorno a Alemania es el que guiará su progreso. Lo que Passavanti sufre en todo momento es un sentimiento de no-pertenencia, un fracaso de adaptación cultural constante, como pez fuera del agua. Esta sensación, además, se agrava por factores externos a él mismo, ya que en dicha adaptación también influye la cultura que lo acoge y la visión que ésta tiene del nuevo intruso. Así, el inmigrante es visto como el “otro”, como un todo homogéneo e indiferenciado del resto: todos caben dentro del mismo saco. El individuo desaparece para convertirse en un conjunto de clichés de su país de origen. El desgarro, el no encontrar aquellas raíces que un día se dejaron atrás, la desesperanza y el desengaño conforman un perfecto caldo de cultivo para la enorme crisis existencial de los emigrantes retornados –personificada, en este caso, en Passavanti. Éste fue el drama identitario de los millones de Gastarbeitern migrados hacia Alemania entre las décadas de 1950 y 1970.